Cómo darle un lavado de cara a tu piso de alquiler
Un piso de alquiler siempre debe ofrecer una imagen pulcra y cuidada. La primera impresión es importante, y cuando se muestra a posibles inquilinos puede inclinar la balanza hacia un lado u otro. Por eso, darle un lavado de cara siempre es buena idea.
No hace falta gastarse una pequeña fortuna en interminables reformas. A veces pequeños repasos tienen resultados sorprendentes. Vamos a ver algunos ejemplos.
1. Una mano de pintura
Sea cual sea el estado del piso de alquiler, es imprescindible. Unas paredes recién pintadas transmiten una imagen de pulcritud y de limpieza que siempre será muy bien valorada. Por cierto, lo recomendable es optar por colores neutros y tonos claros porque aportan luminosidad y generan menos rechazo.
2. Pequeñas reparaciones
Nunca está de más hacer una inspección para localizar pequeños desperfectos que se solucionan con muy poco. Puertas que chirrían, juntas de silicona en los sanitarios con manchas de moho o ventanas ligeramente descolgadas que no cierran dan una mala impresión. No hace falta ser un experto para repararlas, así que lo mejor es no pasarlo por alto.
3. Mejorar la iluminación
Un piso luminoso es siempre un piso más atractivo. Si hay ventanas, lo mejor es ocultarlas lo menos posible para dejar pasar la luz natural. Pero si esta no es abundante, reforzar la iluminación artificial siempre ayuda a que la vivienda ofrezca un aspecto más agradable y acogedor. Por tanto, algo tan sencillo como cambiar las bombillas o poner alguna lámpara extra puede ofrecer beneficios extraordinarios.
4. Un repaso a la cocina
En un piso de alquiler es una de las estancias que más miradas, y más críticas, acaparan. Si los muebles parecen algo anticuados pero están en buen estado hay varias formas de renovarlos: cambiar solo las puertas o pintarlas, sustituir los tiradores o cambiar la encimera son algunas de ellas. Un fregadero y un grifo más modernos también serán bienvenidos.
Y si el suelo no está en buen estado, las losetas vinílicas son la solución perfecta. Son económicas, son resistentes, las hay en infinidad de modelos y se colocan con enorme facilidad.
5. Modernizar el baño
Es la otra estancia que en un piso de alquiler se mira con lupa. ¿Qué es importante? Adelantábamos que hay que asegurarse de que las juntas de azulejos y sanitarios están en perfecto estado, pero también se pueden hacer pequeños cambios con resultados increíbles.
Ejemplos de lo que se puede hacer hay muchos: unos grifos más modernos, sustituir el viejo mueble por una encimera con un lavabo vistoso, poner un espejo nuevo o cambiar el suelo exactamente igual que en el caso de la cocina.
6. Un repaso al mobiliario
Si el piso de alquiler está amueblado, conviene revisar el estado de los muebles y cambiar o reparar aquellos que no estén impecables. No hace falta gastarse mucho, unos muebles básicos de líneas minimalistas son suficientes para causar un buen efecto.
También hay que mirar la distribución con ojo crítico. A veces algo tan rápido con retirar muebles que son innecesarios y cambiar de sitio el resto consiguen que una casa parezca mucho más amplia. Y eso, a la hora de alquilar, es importante.
Un lavado de cara a tu piso de alquiler no llevará mucho tiempo ni necesitará de un gasto extraordinario, pero puede hacer que se interesen por él más personas e incluso que puedas obtener una mayor rentabilidad. Como ves, merece la pena hacerlo.
Fuente: habitissimo