Cómo quitar las goteras de tu piso de alquiler
Manchan techos y paredes, generan olores desagradables y, en ocasiones, encubren problemas bastante más serios. Cuando aparecen goteras en el techo, no basta con ‘maquillarlas’ para que el piso ofrezca la mejor imagen. Si no se soluciona el problema que las origina, volverán a aparecer.
No olvides además que quitar las goteras es algo que, como casero, deberás arreglar tú. Por lo general, aparecen por un deficiente mantenimiento o por el lógico desgaste de las tuberías por el paso del tiempo. ¿Cómo actuar entonces?
Localizar el origen
Es, como decíamos, el primer paso. Si tu piso es un último, lo más común es que el problema se deba a filtraciones de agua en el tejado. En ese caso, es la comunidad la que debe hacerse cargo de las reparaciones correspondientes, tanto en la cubierta como en los techos de tu piso dañados.
Si la altura del piso no es el caso, lo más común es que las goteras aparezcan por fisuras en alguna tubería y, en alguna que otra ocasión, el motivo puede ser algún escape de agua en el piso superior. Lo aconsejable es que sea un fontanero quien eche un vistazo a la instalación, localice el origen de la gotera y busque una solución. Si el agua viene de otro piso, la reparación correrá a costa de su propietario.
Cabe la posibilidad de hacer algún arreglo temporal empleando parches para techos o alguna pintura impermeabilizante, pero recuerda que eso no sirve para solucionar la gotera, simplemente para taparla. Tarde o temprano el agua volverá a dar la cara y la reparación podría ser más costosa.
Reparar la gotera
La humedad, en el mejor de los casos, deja manchas oscuras en techos y paredes. En el peor, provoca que aparezca moho. Una vez solucionado el problema que ha generado la gotera, para dejar el techo como nuevo lo primero es esperar a que seque completamente. En este caso, las prisas no son buenas y cualquier arreglo que se haga con la superficie húmeda durará poco.
Con el techo perfectamente seco, se debe lijar la superficie para quitar restos de pintura y aplicar algún producto para quitar el moho si es que este ha aparecido. Si hay alguna grieta o desperfecto, hay que cubrir con masilla o un sellador, igualar la superficie y aplicar una pintura antihumedad.
No es complicado, pero si no lo has hecho nunca, tal vez sea mejor que lo dejes en manos de un profesional. Un mal acabado en un techo se suele notar bastante, de modo que puede suponer un pequeño inconveniente a la hora de alquilar el piso.
El mejor consejo: prevención
Evidentemente, las goteras tienen reparación, y por lo general no se trata de un problema grave. Pero lo más importante es evitarlas. Si vas a alquilar tu piso, lo mejor es que revises bien los techos y te fijes si hay alguna mancha oscura, aunque esté seca, es una señal de aviso.
Y también conviene echarle un vistazo a la fontanería (grifos, desagües, toma de lavadora, etc) para asegurarte de que no hay escapes, así como a la ducha o bañera para comprobar que las juntas estén en buen estado. Si hay un escape en el piso y manchas al vecino, tendrás que afrontar los gastos de las reparaciones.
Nunca olvides que quitar las goteras no es una cuestión de estética, sino de mantenimiento básico. Taparlas hará que la humedad actúe poco a poco y acabe dañando, además de los techos, los revestimientos del piso, y la reparación entonces será aún más costosa. Cuando hay humedades en una vivienda, cuanto antes se ataje el problema, mucho mejor.
Fuente: habitissimo